Nepal ha protestado formalmente contra el reclutamiento por Rusia de ciudadanos nepalíes como mercenarios, revelando que seis de sus nacionales han perdido la vida sirviendo en el ejército ruso, y otro ha sido capturado en Ucrania. El gobierno de Katmandú ha pedido urgentemente a Moscú que deje de reclutar mercenarios nepalíes, instando a la repatriación inmediata de los ya alistados. El Ministerio de Asuntos Exteriores nepalí, aunque proporcionó escasos detalles sobre las muertes y la captura, hizo hincapié en la necesidad de que Rusia atienda su petición e indemnice a las familias de los fallecidos. Este acontecimiento se produce después de que Nepal emitiera una advertencia previa en agosto, desaconsejando a sus ciudadanos participar en actividades relacionadas con la seguridad en naciones en conflicto.

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