En un enfrentamiento significativo, Ucrania frustró con éxito 74 de los 75 drones lanzados por Rusia durante un ataque a gran escala el 25 de noviembre, según informó la Fuerza Aérea. Los drones derribados, identificados como modelos Shahed de fabricación iraní, fueron neutralizados principalmente por grupos de fuego móviles ucranianos, lo que demuestra su eficacia en el reconocimiento y la lucha contra amenazas aéreas. Con una notable capacidad para desplegarse rápidamente en 10 minutos y maniobrar en diversos terrenos, estas unidades móviles desempeñaron un papel fundamental en la defensa. El origen de los cuatro drones que eludieron la interceptación sigue sin estar claro. Lanzado desde Kursk Oblast y Primorsko-Akhtarsk, el ataque ruso se dirigió principalmente contra Kiev, provocando alarmas de ataque aéreo en seis regiones ucranianas. El ataque provocó cortes de electricidad, heridos y daños en numerosos edificios de Kiev, y supuso el asalto más intenso a la capital desde el inicio de la invasión a gran escala, que duró seis horas.

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