A medida que se acerca el invierno y la amenaza de ataques rusos se cierne sobre las redes eléctricas de Ucrania, el país está adoptando un enfoque único para reforzar sus defensas aéreas. En colaboración con Estados Unidos, Ucrania está llevando a cabo el programa FrankenSAM, un sistema híbrido que combina avanzados misiles tierra-aire occidentales con lanzadores y radares de la era soviética procedentes de sus propios arsenales. El artículo analiza el desarrollo de los FrankenSAM, incluidas las pruebas de variantes que combinan lanzadores soviéticos Buk con misiles estadounidenses Sea Sparrow y radares de la era soviética con misiles estadounidenses Sidewinder. Estas soluciones no convencionales de defensa antiaérea pretenden cubrir lagunas críticas en las defensas ucranianas, mostrando la capacidad del país para adaptar y reconvertir creativamente sus recursos militares en medio del conflicto.
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